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19 de julio de 2011
Sueño diurno

I

Estába en un cuarto grande, amplio, hincado junto a una cama, en la cama estába mi primo Erick pero a sus 6 o 7 años, estába tapado con mis sábanas negras y mi cobertor blanco con negro, yo estába cantándole algo para que se durmiera. Mi hermana comienza a hablar de algo raro en el cuarto, ella está atrás de mi, no la veo. De repente, las luces se apagan y se vuelven a encender, el cobertor se arruga en un lado, como si alguien invisible lo tomara con una mano, yo intento que Erick no se asuste y sigo cantando, me acerco a la parte arrugada para estirarla y se estira sola de repente, me asusta un poco, Erick sigue tranquilo, vuelvo a mi posición inicial y sigo cantando, cuando el cobertor se arruga de un lado completo, como si alguien hubiera jalado un hilo que corriera por todo el lado más largo. Doy un pequeño brinco hacia atrás y vuelvo a acercarme para estirar el cobertor y éste se estira sólo de nuevo, Erick está asustado, yo alcanzo a tomar con la mano una parte que todavía está arrugada, y la siento rígida, como plástico. Tomo los extremos con mis manos, estiro el cobertor de un movimiento enérgico y grigo "cabrón!!!", mi abuela decía que con groserías ahuyentabas a los fantasmas. Erick me ve confundido, lo abrazo, le digo "ya, ya, no te asustes" lo cubro de nuevo.

Mi hermana se hinca junto a mi, sigo sin verla, sólo sé que está ahí. Me doy cuenta que hay otra cama enfrente de la de Erick, con unas cortinas color vino tinto como las camas elegantes de las películas, adentro está dormido Jose Luis. Las cortinas se levantan solas, Jose Luis despierta y sale de la cama de un brinco, se molesta, jala las cortinas de nuevo hacia abajo y dice "viejo..." en un acento dominicano. Mi hermana me abraza, yo sé que le aterran los fantasmas. Jose Luis vuelve a meterse a la cama, y las cortinas empiezan a hacer una rutina simétrica, abriendose y cerrándose, produciendo formas fractales, onduladas, Jose Luis vuelve a salir de la cama. Yo trato de pensar la forma de deshacerme del fantasma pero nada parece funcionar.

II

Ahora soy el que provocaba todo, en realidad soy un vampiro, por alguna razón, huelo como si estuviera ebrio, yo no puedo olerme pero la gente si, no me importa. Estoy en una maderería enorme, me atiende un tipo de unos 25 años y me trae de la parte de atrás un espejo grande, de unos 2 metros de alto por 60 cm. de ancho con un marco color rojo muy fino, embalado en cartón y cinta canela, abre la parte de abajo del empaque y me hace un gesto para que lo vea, a ver si me gusta.

Camino, me doy cuenta de que llevo una gabardina, abro el empaque con la mano y está vacío, estába ahí hace un momento, pero acabo de robarlo. Veo al muchacho y le hago un gesto de aprobación, comienzo a caminar hacia la salida, él me grita para que vuelva, me dice que si quiero el espejo tengo que pagarlo y llevármelo conmigo, yo sonrío un poco sin voltear. Él se asoma de nuevo adentro del empaque y se da cuenta de que está vacío, corre tras de mi, me llama "mago" después "monstruo", yo no volteo, sigo caminando pero lo veo que corre tras de mi. Cuando me alcanza, giro y le muestro los dientes, pone cara de terror pero intenta golpearme, pongo una mano en su cara y él cae al piso, muerto.

Voy a usar el espejo para robarme a Erick mientras duerme.

De camino a casa entro a lo que parece una fosa de zoológico, hay animales que no conozco y un león. Todos los animales corren cuando me acerco, excepto el león, el león me observa. Camino hacia donde está él, echado sobre una piedra, se levanta, ruge, me muestra los colmillos, yo no me detengo, él se echa dos o tres pasos hacia atrás, vuelve a rugir, está muy molesto, cuando estoy cerca me ataca, salta sobre mi, tomo su melena con la mano derecha (ahorita tengo la sensación todavía en la mano) y el león desaparece, como si se disolviera y sólo cae al piso algo como un plasma verde.

Llego a la pared de piedra detrás del león, aparecen dos chicas, una a cada lado mío, y con un movimiento gracioso dibujan un rectángulo en la pared con sus manos, no como una puerta sino horizontalmente, la piedra dentro del rectángulo se disuelve, puedo ver atrás fuego, roca derretida, les doy las gracias y paso por el hueco, recostándome sobre un borde para pasar.

III

Alguien logra poner en las manos del vampiro una daga, como si se la hubiera facilitado para algo que tenía que hacer, recuerdo estar colgado de un arnés, me balanceo hacia él y con los pies pateo una mesa que lo golpea de frente y hace que la daga le rasque el pecho. Ese alguien que no recuerdo aparece y empuja la daga de lleno en el pecho del vampiro. Comienza a gritar, se agita, brota sangre de color muy obscuro por su boca y sale a chorros por el pecho.

Ahora estoy caminando hacia un segundo vampiro, no lleva camisa, su piel es verdosa e irregular, no tiene cabello. Estoy hablándole, y él se ríe, como si se burlara de mi. Sigo caminando mientras hablo con él, no recuerdo el discurso. Traigo un bisturí en la mano, la hoja es de plata. Cuando estoy frente a él, abre los brazos e intenta asustarme, yo clavo el bisturí en su pecho y su expresión cambia. La otra persona que está conmigo aparece de nuevo, toma el bisturí clavado en el pecho del vampiro y lo "apuñala" varias veces en el mismo lugar, me dice que es la única forma.

IV

Soy yo, estoy sentado en una banqueta con alguien que al parecer está borracho, estamos frente a una tienda como un Oxxo, de la tienda sale una ex novia, le dice algo al tipo como si yo no estuviera ahí, él le hace un gesto y ella vuelve adentro, yo lo miro a él de nuevo, se me hace conocido pero no se quien es. Comienza a reirse, se lleva las manos a la cabeza y me dice "si, le bajé la novia a un buen amigo".

023

12 de julio de 2011
Sueño diurno

Vivía en un edificio que no era mío, tenía un cuarto en el segundo piso y un sótano muy amplio con salida al mar, en NY. Aquí mismo, Aarón tenía un loft enorme y elegante, yo entraba ahí sin que él lo supiera para tomar un libro prestado. Tenía una puerta de cristal que dejé abierta cuando entré, tomé el libro blanco del librero y cuando me dirigía a la puerta, Aarón iba entrando, y se extrañaba de la puerta abierta. Adentro no había luz así que para no asustarlo le grité un "soy yo". Dudó un momento y después se rió, me pidió que a cambio le prestara otro libro que tenía yo en casa, era algo de diseño.

Corrí por la escalera de emergencia hacia abajo del edificio, traía mi mochila roja y ya no traía el libro de Aarón. Al llegar al primer piso estába perdido, y había una puerta abierta, de una casa grande y lujosa, yo entraba sin hacer ruido, quería usar el teléfono. Cruzaba un patio obscuro, con una construcción como de hacienda antigua, veía varios arcos. Al fondo, se veía la luz de un ventanal, me dirigía ahí cuando escuché a alguien, dentro de la casa, bajar la escalera. Corrí hacia el ventanal y me escondí detrás de una columna, agachado, aunque me preocupaba el bulto de mi mochila roja. Podía ver hacia adentro y reconocí a la persona bajando la escalera, era la novia de mi papá. Estába preparando la mesa para la comida, uno de sus hijos bajaba y se sentaba inmediatamente, después otro, después una niña, la niña salía de la casa y caminaba directamente hacia mi. Me veía pero no se sorprendía, tenía una forma de saber que yo no estába ahí para hacerle daño a nadie, yo la saludaba, le decía que por favor le avisara su mamá que estába perdido, que ella me conocía; me sonrió y corrió a hablar con ella. En la siguiente escena, yo estába hablando con ella, explicándole cómo llegué ahí.

Volví a casa y fui directo al sótano, encontré a mi hermana, sabía que estaría ahí, aunque tenía un par de días de haberla visto, a mi derecha, mi papá. Lo abracé, me abrazó, incluso me levantó del piso con un abrazo muy efusivo, no podía creer que al finalmente se hubiera decidido a visitarme. Preparé todo para llevarlos a comer, les dije que si el calor los sofocaba, tenía aire acondicionado en el sótano y siempre dejaba la puerta abierta; la puerta de mi cuarto arriba se mantenía cerrada porque ahí tenía la mayoría de mis cosas de valor.

No tenía internet en el teléfono así que intenté recordar dónde era el lugar que tenía en mente, estoy seguro de que era al sur de Mahattan y debíamos llegar a South Ferry, después estába seguro de que era en Broadway, así que South Ferry haría caminar mucho a mi papá. De repente estába bajándome del tren, en Brooklyn, pero estába sólo. En la plataforma había una chica, de vestimenta árabe-africana, con una especie de burka en la cabeza, sostenía un libro grande en las manos. Yo sabía que eran mapas, y seguía pensando en Broadway así que me acerqué y abrí el libro en un mapa de Estados Unidos, en la hoja, un punto empezó a brillar en New York, el libro tenía una especie de display en cada página, tocaba el punto brillante con el dedo y la página hacía un zoom, sentí alivio porque por fin iba a ver dónde estába, y a dónde iba. La chica cambió la página del libro, me mostró otras páginas que tenían mapas, otras tenían patrones y otras sólo figuras, todas se formaban con un display, todas cambiaban de color y todas eran diferentes.

Desperté.