12 de mayo de 2009
Sueño nocturno
Camino por la calle con Jenn y Lula, vamos hacia su casa. Nos detenemos en la salida de un garage, donde un taxi nos cede el paso, caminamos frente al taxi:
-Mi papá!- grita Jenn emocionada.
Yo volteo hacia el taxi y lo veo, como un fantasma, como un espíritu porque el taxista aparentemente ha salido de su garage sólo. El taxi acelera y sigo viendo al señor Guillermo en la parte trasera.
-Lo vieron?- pregunta Jenn
Yo afirmo con la cabeza, volteo a ver a Lula que busca sus llaves en su bolso, no se dió cuenta de nada de lo que pasó, yo prefiero guardar silencio.
La sensación de que Jenn está tranquila al ver a su papá me tranquiliza a mi, yo se que es normal que la gente que ya no está se pueda ver de vez en cuando por ahí, aunque no nos esté permitido hablarles.
Dentro de la casa Jenn duerme en su cama, yo estoy sentado en el parquet junto a ella, observando una tina con agua que hay incrustada en el piso. En ella flota un barco de madera de unos 40 centímetros de largo. El silencio es profundo. Pongo mi dedo índice de la mano derecha en la punta del barco y lo empujo despacio hacia atrás, flota, se mueve. Lo tomo con dos dedos del mástil mayor y lo vuelvo a acercar a mi, el agua hace un sonido leve, pero perceptible debido al silencio profundo. Jenn despierta y gira el cuerpo hacia donde estoy yo. Me encuentra jugando con el barco y me sonríe.
-Es un regalo que me dio mi papá...
Y desperté.